La estadía de Samuel Umtiti en Cataluña no fue la mejor después de que se confirmaron sus problemas en la rodilla, de la que no se quiso operar. Desde entonces, el central fue una pieza habitual en el banquillo sin importar el entrenador. Fue a la banca con Ernesto Valverde, Quique Setién, Ronald Koeman y Xavi Hernández.
Ahora mismo está cedido en el US Lecce, donde ha vuelto a sentirse futbolista y "útil". Ha vuelto a ser un jugador regular, con oportunidades y que cumple constantemente, pero al recordar su paso por el conjunto azulgrana no todo es positivo. En unas recientes declaraciones a 'canal +' reconoció que se sintió en una prisión no solo en lo deportivo.
En el FC Barcelona “lo único que necesitaba era sentirme apreciado, útil y respetado. En Catalunya pasé cuatro años en prisión, no solo a nivel deportivo, sino también en la vida cotidiana”, reconoció el actual futbolista del Lecce donde hoy siente que ”encontré mi sonrisa nuevamente y estoy agradecido con la sociedad por eso".
La razón de porqué se sintió así en el Barcelona
Las lesiones castigaron notablemente al jugador nacido en Yaundé y provocaron que se sintiera, prácticamente, descartado porque ninguno de los entrenadores confiaron en él: "Al principio, después de mi mudanza a España, me sentí apreciado y jugué a un buen nivel. Entonces empecé a sentir desconfianza, me sentí mal y me di cuenta de que ya nadie creía en mí”.