Por Ramiro Diaz
La calma en el entorno del FC Barcelona ha durado poco. Mientras el equipo se prepara para cerrar la temporada bajo la dirección de Hansi Flick, Raphinha encendió la polémica con unas declaraciones contundentes contra Xavi Hernández, su exentrenador.
En una entrevista que no pasó desapercibida, el extremo brasileño fue directo: “Ni él ni el cuerpo técnico tenían confianza en mí”, disparó sin filtro. Y fue más allá: “Cuando podía poner a otro en mi lugar, lo hacía sin pensar”. Una frase que no solo refleja molestia, sino también un sentimiento de frustración acumulado.
Raphinha, quien alternó titularidades y suplencias durante la etapa de Xavi al mando del equipo, sintió que nunca tuvo respaldo real, a pesar de haber sido uno de los fichajes más importantes del club en los últimos mercados. Sus números no fueron malos, pero la falta de continuidad terminó afectando su rendimiento.
El brasileño aprovechó el cambio de ciclo para liberar lo que venía guardando. Las palabras no cayeron bien en la directiva, que intenta sostener la paz tras una temporada agitada. Pero puertas adentro, más de uno sabía que la relación entre jugador y técnico nunca fue del todo fluida.
Con Flick al frente, Raphinha busca pasar página y recuperar protagonismo. Pero lo dicho ya está hecho, y las palabras hacia Xavi retumban fuerte en el vestuario y en el barcelonismo.
La salida del técnico no apaciguó todas las tensiones. Declaraciones como las de Raphinha dejan en claro que no todo estaba bien en el vestuario, y que el legado de Xavi será analizado con una lupa más crítica de lo que muchos imaginaban.
13/05/2025
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