La llegada de Memphis Depay obligaría a Barcelona a vender a Griezmann y Dembélé

La llegada de Memphis Depay a Barcelona significa la incorporación de un delantero de jerarquía, que le aporta un salto de calidad al plantel. Sin embargo, al mismo tiempo le provoca un nuevo problema a Ronald Koeman, ya que tiene una sobrepoblación de atacantes y debe decidir quien se queda.

Lionel Messi aun debe acordar con el conjunto catalán su renovación de contrato, pero lo mas probable es que continúe en el club. Sergio Agüero y Memphis Depay también tendrán su lugar, ya que llegaron en este mercado de pases e hicieron una importante inversión por ellos, por lo que no tendría sentido que sean relegados.

Uno de los apuntados a salir es Martín Braithwaite, delantero que llegó hace poco tiempo y que no ha tenido mucho lugar. Al mismo tiempo, su rendimiento no fue el esperado y la confianza de Koeman en él sería nula. Esperan obtener 20 millones de euros por su ficha y así recuperar lo invertido hace unos años.

Ousmane Dembélé sería tenido en cuenta por el entrenador holandés, pero le queda un solo año de contrato y no quiere renovar su vínculo, lo que obligaría a la directiva a pensar en una posible venta. Ofertas tendría varias, principalmente los dos equipos de Manchester estarían muy interesados en contar con él.

Ambos estarían dispuestos a ofrecer mas de 55 millones de euros por el francés, solo resta esperar quien termina ofreciendo mas dinero y quien convence al extremo de salir del club en estos momentos. Y por último, Antoine Griezmann, un caso particular por donde se lo mire desde lo económico y lo deportivo.

El centrodelantero fue uno de los pases mas costosos de la historia del club y su rendimiento no fue el esperado. Mas allá de que no desentonó y convirtió goles importantes, no rindió de la misma manera que en el Atlético Madrid, donde fue elegido como uno de los mejores atacantes del planeta.

Por ese motivo fue puesto en la lista de transferibles, ya que si ingresa una buena oferta por él sería transferido. En el caso de que nadie pague por él lo que pretenden en Barcelona, el club tomaría la decisión de mantenerlo en el plantel, pero debería bajar su salario, ya que es insostenible en estos momentos que vive la institución.