Raphinha se exige al máximo: su lección de humildad tras ser figura en el Clásico

Fue uno de los grandes protagonistas de un Clásico inolvidable. Raphinha firmó un doblete ante el Real Madrid y fue clave para que el FC Barcelona remontara un 0-2 y terminara llevándose un triunfo espectacular en el Estadi Lluis Companys. Sin embargo, tras el pitazo final, el brasileño sorprendió a todos con sus declaraciones. Lejos de quedarse con los elogios, se mostró autocrítico, exigente y dejó una lección de humildad que no pasó desapercibida.

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“Podría haber marcado más. He fallado tres oportunidades que no puedo fallar”, declaró el atacante ante la prensa. Con sinceridad, admitió que su exigencia personal está por encima del resultado o de la actuación colectiva. “Soy así. Tengo una exigencia muy alta de mí. Pienso mucho más en las que he fallado que en las que he marcado. Quiero estar siempre en mi mejor versión. Y cuando no lo hago, me voy con la sensación de que podría haberlo hecho mejor”, agregó.

Sus palabras reflejan una mentalidad competitiva que va más allá del marcador. Pese a haber sido una de las figuras del encuentro y haber marcado dos goles decisivos, Raphinha no se quedó conforme. Entiende que el nivel del Barcelona exige rendir al máximo en cada acción y que, en partidos tan importantes como el Clásico, cada oportunidad cuenta.

La afición lo ovacionó, sus compañeros lo felicitaron, y su actuación fue portada en todos los medios. Pero para él, el análisis fue otro. Pensó en lo que falló, en lo que pudo haber sido un póker o hasta un repóker, y en lo que aún debe seguir mejorando. Esa mentalidad es, sin duda, parte del ADN de los grandes futbolistas.

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Un Clásico para recordar, y una frase para reflexionar

Raphinha no solo fue determinante en el resultado, también dejó una enseñanza fuera del campo. Su actitud demuestra que incluso en los días de gloria, siempre hay espacio para crecer. Mientras el Barcelona festeja, el brasileño ya piensa en cómo hacerlo mejor la próxima vez.