Quizás muchos no lo recuerden, pero Michael Laudrup fue uno de los jugadores más importantes de la década del 80 y 90. Con un control de balón envidiable, una capacidad impresionante para dar pases y una manera de atacar a los defensores prácticamente infalible, se convirtió en un futbolista muy para la época y la historia del fútbol mundial.
Tal es así, que tuvo la suerte de jugar tanto para el FC Barcelona como para el Real Madrid, las dos instituciones más grandes de toda España. Su primer paso se dio en el equipo culé en el año 1989, cuando por pedido expreso del histórico entrenador de ese entonces, Johan Cruyff, llegó siendo una autentica estrella.
En este equipo, vivió los mejores momentos de su carrera deportiva como profesional, que se relanzó hasta situarlo en la cúspide del fútbol mundial. A ello contribuyeron los éxitos del FC Barcelona, con el que llegó a conquistar la tan ansiada Copa de Europa en el año 1992 y cuatro Ligas españolas consecutivas.
Lamentablemente para todos, dos años más tarde de su llegada, en 1994, se marchó al Real Madrid como una especie de venganza por haber sufrido bastantes problemas personales tanto con la dirigencia como con el propio Cruyff, algo que sin dudas fue hecho histórico que no le perdonaron nunca.
Si bien en la casa blanca no fue tan bien como en el FC Barcelona, con ellos llegó a jugar también dos temporadas en las que llegó a ganar solamente un título de liga. Luego de eso se marchó a Japón para jugar en el Vitesse Kobe y de allí al Ajax para jugar su última temporada en el año 1998 y retirarse para iniciar su carrera como entrenador.
Actualmente sigue vinculado al fútbol como entrenador del Al-Duhail Sports Club, un club situado en Qatar, y cada tiempo libre que tiene lo disfruta para pasar tiempo de calidad con su familia y gastar los millones que ha conseguido trabajando arduamente a lo largo de toda su carrera como futbolista profesional.
