La llegada de Luis Suárez al Atlético Madrid, proveniente de Barcelona, le brindó al equipo la tranquilidad de tener un delantero de jerarquía, capaz de finalizar las jugadas generadas por sus compañeros de la mejor manera. Una tranquilidad que no tenía en la zona ofensiva desde hace mucho tiempo.
Diego Simeone siempre se caracterizó por contar con un delantero importante que logre capitalizar las pocas jugadas que generaba su equipo. Antes que el uruguayo estuvieron Radamel Falcao y Diego Costa, dos delanteros que supieron estar en lo mas alto de la élite mundial.
El colombiano tenía posibilidades de retornar al Rojiblanco al final de la temporada, ya que finaliza su contrato con el Galatasaray. La intención era que se sumara a la plantilla para ser el relevo de Suárez cuando este no pudiera ser titular, sin embargo, una dura lesión le pondría fin al sueño.
Resulta que se habría fracturado la cara, lo que podría alejarlo de los terrenos de juego por al menos dos meses, debido a su avanzada edad. Una situación incómoda para el atacante de la Selección de Colombia, ya que no podrá comer con normalidad, ni realizar ninguna de las tares cotidianas comunes.
Ahora habrá que esperar a que pase el tiempo de recuperación para saber como evoluciona Falcao de su fuerte lesión, ya que si logra tener una vuelta rápida a las canchas, podría ser tenido en cuenta por el Atlético. Un refuerzo que, sin dudas, le brindaría experiencia y jerarquía a un equipo que sueña con obtener su primer Champions League de la historia.
