Gennaro Gattuso fue uno de los centrocampistas más legendarios de finales de la primera década del siglo XXI. Con su enorme personalidad, se convirtió en una estrella e integró una de las mejores plantillas del Milán que se recuerdan en la actualidad. También tuvo un paso triunfal por la selección italiana. Con ambas zamarras logró conquistar hitos brutales.
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Ahora, una vez retirado, ha dado el salto a los banquillos y, por ahora, no le está yendo tan bien como se podría sospechar. Incluso tuvo un paso la banca del Valencia, la que terminó abandonando por discrepancias con la directiva che. Su actual club es el Olympique de Marsella. Es el mayor reto que ha afrontado hasta la actualidad en su todavía prematuro periplo como técnico.
Para generar su doctrina y organizar a sus equipos, Gattuso tiene muy claro en qué quiere basarse. Lo aprendió el día que se enfrentó a un Barça repleto de leyendas como Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Leo Messi o Ronaldinho. En una entrevista a L'Equipe decía: Cuando tenía 27-28 años empezamos a jugar contra el Barça de Xavi, Iniesta, Ronaldinho, Messi... Algo pasó dentro de mí. Corrimos noventa y cinco minutos, hice una maratón en cada partido contra ellos y toqué el balón tres o cuatro veces. No entendíamos lo que nos estaba pasando. Nos preguntábamos por qué, cuando había siete u ocho jugadores detrás de la línea esperando el balón... ¡Y nunca recuperábamos ninguno!".
A raíz de ese día, algo cambió en él. Algo se despertó en su interior. Admiró, pese a ser su rival, a aquel Barça de la filosofía Cruyff. Y hoy en día basa sus argumentos tácticos sobre el tapete en aquello que aprendió en aquellos días en los que se enfrentaba al equipo catalán.
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La lección táctica del Barça a Gattuso
En esa misma entrevista, Gattuso también puso nombre y apellidos a lo que pudo aprender de aquellos días. Esto dijo: "Teníamos cuatro defensores, ellos tenían un falso nueve y tenían superioridad numérica en todas partes. Y comencé a entender por qué nuestra mentalidad de ese momento no nos estaba dando los frutos que esperábamos. Fue entonces cuando realmente comencé a interesarme por el juego en cuestión. Observé, estudié..."
