Por Ramiro Diaz
El duelo entre Borussia Dortmund y FC Barcelona por la Champions League dejó muchas lecturas, pero una estadística llamó particularmente la atención en el entorno culé: Lamine Yamal fue el jugador titular del Barça que menos distancia recorrió en todo el encuentro. El dato sorprendió incluso a los analistas más detallistas.
Según los registros oficiales del partido, el joven extremo apenas superó en 1,3 kilómetros al portero local en cuanto a recorrido total. Una cifra llamativa, teniendo en cuenta que disputó gran parte del encuentro y que, por su posición, suele ser uno de los jugadores más activos en ataque.
El número contrasta con la imagen habitual que se tiene de Yamal: explosivo, vertical y desequilibrante. Sin embargo, ante el Dortmund, su participación fue más esporádica, con menos intervenciones y escaso despliegue físico en comparación con sus compañeros.
No se trata solo de un bajón físico: el Barça sufrió en varias fases del partido y eso pudo condicionar el rol de Yamal, que quedó aislado por momentos en el frente de ataque. La presión del equipo alemán, sumada al contexto de la eliminatoria, obligó al conjunto culé a replegarse más de lo habitual.
Desde el cuerpo técnico no se han pronunciado oficialmente sobre el dato, pero es probable que el tema haya sido revisado en el análisis interno post partido. A sus 16 años, Yamal sigue en pleno proceso de adaptación a los ritmos y exigencias de la élite europea.
Pese a la estadística, Flick sigue confiando en el talento del extremo, consciente de que su desequilibrio puede cambiar partidos con una sola jugada. Aun así, este tipo de números también evidencian que aún hay margen de crecimiento, sobre todo en el aspecto físico y táctico.
El dato genera preguntas pero también invita a la prudencia. No todos los partidos permiten brillar, y menos en un escenario como el Signal Iduna Park, donde el Barça estuvo más enfocado en resistir que en dominar.
Que Lamine Yamal haya recorrido tan poco en un partido clave de Champions despierta dudas, pero también refleja las dificultades colectivas del equipo en ciertos contextos. La calidad del joven está fuera de discusión, pero el dato físico marca un aspecto a seguir en su evolución como titular indiscutido del Barça.
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