La Eurocopa podría generarle una pérdida de mas de 60 millones de euros a Barcelona

La presente Eurocopa fue considerada de suma importancia por los directivos de Barcelona, ya que varios futbolistas del club fueron citados a la competición y tenían la esperanza de que tengan un buen rendimiento. Lo que generaría que su valor de mercado aumente considerablemente.

Particularmente, la mayor atención del conjunto catalán estaba puesta en la Selección de Francia, debido a que allí se encontraban 3 jugadores con un potencial de venta importante. Antoine Griezmann, Clement Lenglet y Ousmane Dembélé, quienes no fueron claves para el seleccionado en el torneo.

Sin embargo, lo que Barcelona pretendía conseguir de la Eurocopa quedó muy lejos de volverse realidad, ya que Francia no mostró un gran rendimiento y quedó eliminada en octavos de final frente al seleccionado de Suiza. La despedida temprana de los últimos campeones del mundo podrían significarle una pérdida de más de 60 millones de euros al blaugrana.

La lesión sufrida por Dembélé, no solo priva al club de poder utilizarlo como moneda de cambio por otro jugador, sino que también obligaría a la directiva a renovar el contrato del extremo. Ya que si no logran llegar a un acuerdo el futbolista podría marcharse de forma gratuita dentro de tan solo un año cuando acabe su actual vínculo.

Mientras que Griezmann mostró un mejor nivel que en Barcelona, pero no estuvo ni cerca del líder que demostró ser en la Copa del Mundo del 2018 en la que se consagraron campeones. Joan Laporta tenía la esperanza de que el atacante mostrara una versión similar a la del Mundial pasado y de esa manera poder aumentar su valor de mercado en almenos 40 millones de euros.

Y por último Lenglet, quien fue uno de los responsables principales de la eliminación de Francia en esta Eurocopa. Tan malo fue su rendimiento en el primer tiempo frente a Suiza que Deschamps decidió reemplazarlo en el entretiempo, gastando un cambio en un marcador central que no estaba lesionado y tampoco fatigado.

Esto no solo no aumentaría su valor de venta, sino que lo haría disminuir, obligando a Barcelona a resignar mucho más dinero de que ya estaba perdiendo anteriormente. Esta fatídica competición dejó por el suelo las expectativas que tenía la directiva del conjunto catalán en cuanto a la posibilidad de revalorizar a varios de sus futbolistas.