Por Tomás Valle

Barcelona todavía no puede llevar a cabo un recambio global en la plantilla por capricho de Xavi Hernández. El ex mediocampista y actual entrenador culé tiene a cargo a algunos de sus ex compañeros y ese lazo afectivo está perjudicando al equipo. El caso más alevoso es el de Jordi Alba.
El lateral izquierdo de 33 años (cumple 34 en marzo) ya no es lo que era antes. La edad le pasa factura a todos, y esto se ve evidenciado en su juego. Lejos quedó aquella flecha que hacía mucho daño en ataque con sus desbordes y combinaciones con Lionel Messi. Por el contrario, ahora ha tenido que cambiar su juego y sus falencias defensivas son cada vez más evidentes.
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El empeño de Xavi por utilizarlo es tanto que utiliza a Marcos Alonso, lateral izquierdo que llegó como agente libre tras su paso por Chelsea, de zaguero a pesar de tener a disposición al defensor central Eric García. Un invento que muchos aficionados culés no entienden y se suma a las razones para pedir la destitución del director técnico.
Uno de los grandes proyectos de La Masía que irrumpió esta temporada es el lateral zurdo Balde, quien se desempeña en la posición de lateral por izquierda. Sin embargo, Xavi se mantiene firme en la decisión de utilizar a su amigo Jordi Alba e increíblemente está utilizando al juvenil por banda derecha, es decir, a pierna cambiada.

13/05/2025

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