Actualmente, David Beckham es el propietario del Inter Miami en el que radica actualmente Lionel Messi y que salió campeón recientemente de la Leagues Cup. Sin embargo, el inglés también tuvo una etapa gloriosa como futbolista profesional, en donde vistió las camisetas del Real Madrid o del mismísimo Manchester United con Alex Ferguson como entrenador, entre otros. El ex deportista no sólo tenía un gran talento dentro de la cancha, sino también fuera de ella ya que marcas y sponsors se interesaron en él para ser la cara visible de su empresa.
Así es como David Beckham fue acumulando anécdotas en todos los países en los que estuvo. De hecho, el sitio Relevo.com recopiló una serie de historias sobre el nacido en Londres, aunque una de ellas se lleva toda la atención y refleja a la perfección el poco interés que tiene gran parte de la población de los Estados Unidos en el fútbol (o soccer).
Sin lugar a dudas, David Beckham fue uno de los mediocampistas más talentosos de los últimos años y sus compañeros de equipo lo dejaron en claro en diversas entrevistas: “Desde el principio se vio su calidad y su profesionalidad. Su repertorio de pases y sus lanzamientos de falta eran brillantes, y eso no era casualidad: estaba todo el día practicando” dijo Paul Scholes.
Sin embargo, la historia más increíble de David Beckham se dio en su paso por Los Ángeles Galaxy, en donde fue compañero de Carlos 'Pescaito' Ruiz, quien dio a conocer una historia sensacional que les ocurrió en una cafetería de Norteamérica: "La liga hizo muy buen marketing con su llegada, pero la mayoría de gente no sabía quién era. El fútbol apenas se seguía en aquel momento. Un ejemplo es que fuimos a una cafetería algunos del equipo y te tomaban el nombre para luego llamarte cuando el café estuviera preparado. La dependienta le preguntó el nombre a Beckham. No lo conocía. Yo no lo podía creer".
Beckham no sólo es reconocido por su talento dentro de la cancha
David Beckham no sólo ha sido reconocido por su talento, sino también por su humildad y su carisma con los más jóvenes: “A veces llegaba a los entrenamientos después de algún anuncio o evento. Todo lo que le regalaban lo traía y lo repartía entre los canteranos y los utilleros. Era muy buen tío” comentó un canterano que compartió años con él.
