Historicos

Ronaldinho Gaúcho, el título que nadie tiene

El brasilero disfruta de un curioso récord que lo distingue del resto.

Por Tomás Valle

El brasilero disfruta de un curioso récord que lo distingue del resto.
El brasilero disfruta de un curioso récord que lo distingue del resto.
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Antes de que Messi ocupara la categoría de astro del planeta redondo con una zurda imparable, o de que Cristiano Ronaldo asombrara con sus cualidades atléticas, un moreno de rulos, pelo largo y unos dientes prominentes hacía bailar al fútbol internacional. Ronaldo de Assis Moreira, más conocido como Ronaldinho, fue, durante varios años, el mejor jugador del mundo. Y el mundo caía a sus pies.

Nacido en 1980 en Porto Alegre, una ciudad al sur de Brasil, este volante derecho comparte el podio de las grandes figuras de la historia ya que su palmarés está repleto de trofeos. Desde Champions League, pasando por campeonatos locales hasta distinciones personales. Pero, aun así, nadie en la historia del fútbol ha podido igualarlo en títulos ganados. Nadie logró conseguir un título que él sí pudo y que, al igual que tantas otras características, lo hace distinto al resto: un torneo de fútbol en la cárcel.

Atrás habían quedado esos primeros pasos por Gremio que lo tasaron en cinco millones de euros en el mercado internacional. Atrás habían quedado esos poco más de dos años en el PSG francés, que le sirvieron de vidriera para que lo fichara el poderoso Barcelona, que se lo llevó y lo catapultó a la categoría de mejor futbolista, haciéndolo ganar un Balón de Oro y dos veces el premio al Mejor Jugador de la FIFA.

Ya había pasado el trofeo del Mundial 2002, el renacer en el Milan y la vuelta a su Brasil natal para seguir haciendo lo que más amaba. Hacía cinco años que había dejado de jugar en su último equipo, el Fluminense brasilero. Corría el 2020 y el mundo comenzaba a vivir una crisis sanitaria debido a la pandemia del coronavirus. En ese contexto es que, a principios de marzo, Ronaldinho es arrestado por la policía de Paraguay en una secuencia insólita.

Gaúcho estaba junto con su hermano en un hotel de Asunción, capital paraguaya, para colaborar con una campaña benéfica. Allí, ambos fueron arrestados por el Departamento contra el Crimen Organizado, que los detuvo por haber ingresado al país con pasaportes falsos. La Justicia determinó que debería cumplir la pena en prisión.

Lo cierto es que, en su estadía en la cárcel, el ex futbolista nunca dejó de hacer aquello para lo que había nacido, jugar al fútbol. Tenía partidos con los demás reclusos y se divertía. Y aquí aparece el suceso diferencial: Ronaldinho jugó un torneo de fútbol en la cárcel y, para mantenerse fiel a sus épocas doradas en Europa, salió campeón.

Cinco goles y seis asistencias le aportó a su equipo, y esa vez el premio no fueron cuantiosas sumas de dinero, ni medallas ni trofeos. La recompensa, en cambio, fue un lechón de 15 kilos, que compartió con el resto de la victoriosa plantilla. Más allá de las sonrisas por lo conseguido y lo anecdótico del momento, para el brasilero no fueron fáciles aquellos meses. "Fue un golpe duro, nunca imaginé que pasaría por una situación así. Toda la vida he buscado llegar al más alto nivel profesional y llevar alegría a la gente con mi fútbol”, dijo en una entrevista a un medio de Paraguay.

Podría hablarse de la Copa del Mundo, la Copa América y la Copa Confederaciones que obtuvo con Brasil. De la Liga brasileña, la Copa Libertadores y la Recopa Sudamericana que ganó con Atlético Mineiro. De las Ligas nacionales, la Champions League y las Supercopas con el Barcelona. De la Serie A con el Milan. Incluso podría hablarse de sus premios a mejor jugador de la temporada. Pero siempre estaría incompleto, de no mencionar el campeonato que, una vez, Ronaldinho ganó en la cárcel. El título que nadie tiene.


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