Por Roberto Alonso

La noche del 23 de marzo de 2025, el estadio de Mestalla vibró con la emoción del partido de vuelta de los cuartos de final de la Nations League entre España y Países Bajos. Un encuentro cargado de tensión y expectativas, donde la selección española buscaba sellar su pase a las semifinales.
El partido comenzó con un ritmo frenético, con ambos equipos buscando imponer su juego. Sin embargo, fue España quien logró adelantarse en el marcador gracias a un gol de Mikel Oyarzabal desde el punto de penalti. La jugada que desencadenó el penalti fue una acción desafortunada para el defensor neerlandés Jan Paul van Hecke, quien cometió una falta dentro del área sobre el propio Oyarzabal.
La falta de Van Hecke fue clara y el árbitro no dudó en señalar el punto de penalti. Oyarzabal, con sangre fría, ejecutó el lanzamiento con precisión, engañando al portero y desatando la euforia en las gradas de Mestalla. El gol de Oyarzabal significó un golpe anímico para la selección española, que se sintió impulsada por el aliento de su público.
El gol de penalti provocó diversas reacciones entre los jugadores de ambas selecciones. La selección española celebró el gol con entusiasmo, mientras que el equipo neerlandés lamentó la falta que provocó el penalti. El entrenador de Países Bajos, Ronald Koeman, mostró su descontento con la decisión arbitral.
La afición española, por su parte, celebró el gol con pasión, coreando el nombre de Oyarzabal y alentando a su selección. El ambiente en Mestalla se volvió aún más electrizante, con la afición española entregada a su equipo.
El gol de Oyarzabal marcó un punto de inflexión en el partido. España, con la ventaja en el marcador, buscó controlar el juego y mantener su portería a cero. Países Bajos, por su parte, se vio obligado a buscar el empate, lo que generó un partido de ida y vuelta con ocasiones para ambos equipos.
La actuación de Oyarzabal fue destacada, no solo por el gol de penalti, sino también por su entrega y su lucha en el campo. El delantero español se convirtió en un referente para su equipo, liderando el ataque y generando peligro en el área neerlandesa.
El gol de Oyarzabal de penalti, provocado por la falta de Jan Paul van Hecke, fue un momento clave en el partido. Un gol que impulsó a España hacia la victoria y desató la euforia en Mestalla.

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