Por David Arengas
La histórica goleada del FC Barcelona al Real Madrid en el Santiago Bernabéu dejó una imagen impactante: la paulatina salida de aficionados blancos del estadio. La humillante derrota por 4-0, con el último tanto de Raphinha al minuto 84, desencadenó un éxodo masivo de los seguidores merengues, que abandonaron sus asientos conforme se agravaba el marcador.
El descontento en las gradas era palpable desde los primeros minutos. A pesar de la intensidad del clásico, un sector del público madridista no dudó en manifestar su descontento con el rendimiento de algunos jugadores. Vinicius Jr., figura clave del equipo, fue objeto de críticas y abucheos en varios momentos del partido, lo que generó un clima de tensión en el estadio.
La creciente frustración de la afición se intensificó con cada gol del Barcelona. Tras el tercer tanto, un número considerable de aficionados comenzó a abandonar sus asientos, anticipando una derrota que se hizo cada vez más evidente. Con el cuarto gol de Raphinha, la salida masiva se convirtió en una estampida, dejando vacías grandes zonas del Bernabéu.
Esta reacción de la afición refleja la magnitud de la decepción y la frustración por una derrota que se considera humillante. La goleada culé ha puesto en evidencia las fragilidades del equipo blanco y ha generado un ambiente de crisis en el seno del madridismo.
La salida masiva de aficionados es un hecho inédito en un clásico de estas características y evidencia la magnitud de la crisis que atraviesa el Real Madrid. La directiva y el cuerpo técnico tendrán que tomar medidas urgentes para revertir esta situación y recuperar la confianza de la afición.
14/12/2024
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