Por Ramiro Diaz
El partido terminó, las cámaras se apagaron, pero lo más impactante ocurrió lejos del foco mediático. Según reveló Josep Pedrerol en El Chiringuito, Kylian Mbappé vivió uno de sus momentos más duros tras el encuentro, marcado por la entrada que protagonizó y que generó una gran polémica.
“Mbappé estaba destrozado tras el partido”, soltó Pedrerol, sin dar más detalles pero dejando clara la carga emocional que llevaba encima el crack francés.
No hizo falta decir mucho más. La frase resonó en el plató, y también entre los aficionados que ven en el delantero un ejemplo de compromiso, pero también de humanidad. Lo que ocurrió en el campo lo vieron todos. Pero lo que pasó después, en la intimidad del vestuario, dejó a más de uno sorprendido.
Aunque no trascendieron imágenes del momento, la información compartida por Pedrerol da a entender que Mbappé no pudo contener la frustración ni el impacto emocional tras lo sucedido. Su rostro, su silencio, su lenguaje corporal… todo indicaba que algo no estaba bien.
No es común ver al delantero francés en ese estado. Acostumbrado a lidiar con la presión y a mantenerse fuerte en situaciones límite, esta vez se mostró diferente. Vulnerable. Tocado.
Desde dentro del entorno del equipo aseguran que el vestuario respetó el momento. Nadie quiso invadir ese espacio personal. Lo vieron, lo entendieron y lo acompañaron en silencio. Mbappé no necesitó decir mucho. Su estado emocional hablaba por él.
A veces, las grandes estrellas también se quiebran. Y este fue uno de esos días. Lo que pase en los próximos partidos dirá si fue solo un mal momento… o el comienzo de una transformación.
17/04/2025
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