Por Roberto Alonso

La expectación era máxima en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid recibía al Manchester City en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Champions League, con la eliminatoria aún por decidir tras el emocionante 2-3 de la ida. Sin embargo, la sorpresa saltó en el once inicial del City: Erling Haaland, el temible delantero noruego, se quedaba en el banquillo.
La decisión de Pep Guardiola generó un auténtico terremoto en el mundo del fútbol. ¿Cuáles eran los motivos del técnico catalán para prescindir de su máximo goleador en un partido de tal magnitud? Las especulaciones no tardaron en surgir.
Una de las teorías más extendidas apuntaba a una decisión táctica. Guardiola, conocido por su gusto por el control del balón y el juego de posición, podría haber optado por un planteamiento más conservador, buscando proteger el resultado y evitar riesgos innecesarios. En este sentido, la presencia de un delantero más móvil y asociativo podría haber sido la clave para desbaratar la defensa del Real Madrid.
Otra posible explicación radicaba en la necesidad de gestionar la carga de minutos de Haaland. El delantero noruego, a pesar de su juventud, había disputado una gran cantidad de partidos a lo largo de la temporada, y Guardiola podría haber considerado que necesitaba un descanso para evitar una posible lesión.
También se especuló con la posibilidad de que Haaland no estuviera en su mejor momento anímico. El delantero había atravesado una pequeña sequía goleadora en los últimos partidos, y Guardiola podría haber considerado que necesitaba un revulsivo para recuperar su mejor versión.
La ausencia de Haaland en el once inicial tuvo un impacto evidente en el desarrollo del partido. El Manchester City perdió profundidad y pegada en ataque, y el Real Madrid se sintió más cómodo defendiendo. Sin embargo, el equipo inglés demostró tener recursos suficientes para plantar cara al conjunto blanco, y el partido se convirtió en un duelo táctico de alto nivel.
La reacción de Haaland al quedarse en el banquillo fue de profesionalidad y deportividad. El delantero noruego animó a sus compañeros desde el banquillo y esperó su oportunidad para entrar al terreno de juego.
A pesar de la ausencia de Haaland, el Manchester City logró un valioso empate en el Bernabéu, dejando la eliminatoria abierta para el partido de vuelta en el Etihad Stadium. La incógnita ahora es si Guardiola volverá a apostar por Haaland en el once inicial o si mantendrá el mismo planteamiento táctico.
La decisión de Guardiola de dejar a Haaland en el banquillo fue una muestra más de la personalidad del técnico catalán, capaz de tomar decisiones arriesgadas en los momentos más importantes. El tiempo dirá si esta decisión fue acertada o no, pero lo que es seguro es que generó un debate apasionante en el mundo del fútbol.

13/05/2025

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