Por Roberto Alonso
Mohamed Salah, el astro egipcio del Liverpool, ha experimentado un descenso notable en la clasificación para el Balón de Oro. De ocupar la cima, ahora se encuentra en la sexta posición. Este declive ha generado un intenso debate sobre los factores que podrían haber influido en su rendimiento, especialmente durante el mes de Ramadán y tras la eliminación de su equipo en la Champions League frente al PSG.
El Ramadán, un período de ayuno y reflexión para los musulmanes, puede representar un desafío para los deportistas de alto rendimiento. Salah, como musulmán practicante, ha tenido que lidiar con la exigencia física de los partidos mientras mantenía el ayuno. Esta situación ha llevado a algunos a especular sobre si el Ramadán pudo haber afectado su rendimiento en momentos cruciales.
La eliminación del Liverpool en la Champions League a manos del PSG ha sido otro golpe duro para Salah y su equipo. La Champions es un escaparate fundamental para los aspirantes al Balón de Oro, y la eliminación prematura puede tener un impacto significativo en las votaciones. Los dos partidos contra el PSG, en los que Salah no brilló como acostumbra, han sido señalados como un factor determinante en su descenso en la clasificación.
La pregunta que muchos se hacen es si dos partidos desafortunados, disputados en condiciones de ayuno, pueden ser suficientes para relegar a Salah en la carrera por el Balón de Oro. El fútbol, como deporte de alto nivel, es implacable. Los momentos de gloria y fracaso se suceden rápidamente, y la memoria de los aficionados y los votantes puede ser corta.
La frase "el fútbol es un deporte cruel" resuena con fuerza en este contexto. Salah, que ha demostrado ser uno de los mejores jugadores del mundo, se enfrenta ahora a la dura realidad de que el rendimiento individual puede verse condicionado por factores externos y por el desempeño colectivo del equipo.
A pesar de este revés, Salah sigue siendo un jugador excepcional. Su talento y su capacidad goleadora son incuestionables. La temporada aún no ha terminado, y Salah tendrá oportunidades para reivindicarse y recuperar terreno en la carrera por el Balón de Oro.
La lucha por el Balón de Oro es una carrera de larga distancia, y los altibajos son inevitables. Salah ha demostrado en el pasado que es capaz de superar los obstáculos y volver a brillar. El tiempo dirá si el Ramadán y la eliminación en Champions fueron solo un bache en el camino, o si marcarán un punto de inflexión en su carrera hacia el prestigioso galardón.
22/04/2025
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