La Liga

Zinedine Zidane pide ayuda a sus máximos enemigos para salvar al Real Madrid

El entrenador necesitó de todos para poder sobrellevar este momento de la temporada.

Por Tomás Valle

El entrenador necesitó de todos para poder sobrellevar este momento de la temporada.
El entrenador necesitó de todos para poder sobrellevar este momento de la temporada.
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Real Madrid disputó los últimos 25 minutos del clásico ante Barcelona, en plena agonía y diluvio, con Odriozola, Militão, Marcelo, Isco y Mariano sobre el campo de juego; particularmente, los cinco jugadores de campo de la primera plantilla con menos participación hasta ahora, salvo los lesionados de larga duración: Hazard y Rodrygo.

No fue algo casual, sino la realidad del Merengue en este momento clave de la temporada. De un momento para otro, las bajas, el cansancio y el calendario han situado a los excluidos del vestuario bajo los focos, sobre todo por la escasez abierta en la defensa. El futuro en este tramo final está pasando también por este furgón de cola porque, en realidad, no hay otras soluciones.

La importancia repentina de los menos habituales, enviados a resistir como fuera ante el Barcelona y a estar preparados para lo que viene (en un principio, cuatro partidos en 11 días), contrasta con su ostracismo de los últimos meses. Nadie tiene más lupas encima que Odriozola, que lleva dos campañas casi sin jugar.

El parte médico de Lucas Vázquez, caído para lo que resta de curso, y el postergado regreso de Carvajal lo han dejado como único lateral derecho natural. Sus 50 minutos ante el Barça, no obstante, dejaron en claro su falta de minutos en citas delicadas. Al contrario de Federico Valverde, que podría ocupar ese lugar, viene rindiendo de la mejor manera.

Marcelo también aparece como una hipotética solución al agujero del lateral derecho, en un movimiento múltiple de piezas, luego de un año en el que se ha incrementado su decadencia. El brasilero lleva tres meses sin ejercer de defensa. Desde el batacazo copero en Alcoy, solo ha sido carrilero, un elemento de ataque y no tanto de defensa.

En la Champions League fue titular en el debut con derrota ante el Shakhtar y luego no tuvo minutos. La situación de Isco resulta muy parecida, ya que se ha convertido en un futbolista de descarte por completo, como le pasó en la ida de octavos en Bérgamo. Era él o Mariano, y el dominicano se terminó quedando como último.

De todos los desterrados, el único que ha levantado su nivel es Militão, quien se ha reivindicado con dos actuaciones muy buenas frente al Liverpool y Barcelona. Antes o después, este grupo volverá a ser importante porque las cartas del plan A están contadas para un sprint final donde cada jornada se juega sin red.

Zidane nunca ha dejado de apelar a la importancia de todos, pero la realidad es que las rotaciones, marca de la casa en otro tiempo, se redujeron al máximo como método de trabajo hace meses, y un grupo de jugadores se quedó atrás por la desconfianza del técnico, la falta de rendimiento, las necesidades del momento, o todo a la vez. Algunos ya se marcharon cedidos y el resto, los que ahora han salido a la superficie impulsados por la precariedad de efectivos, vienen de un oscuro túnel.

La media es la línea que mejor ha explicado esta brecha. Desde la crisis de principios de diciembre, cuando el Madrid afrontó el abismo de la posible eliminación en la fase de grupos de la Champions, el trío Casemiro-Modric-Kroos solo se ha separado en siete de los 26 partidos siguientes, y únicamente por acumulación de tarjetas y leves molestias de alguno de ellos, o por descanso ante compromisos más importantes.

El croata, el más veterano de todo el plantel con 35 años, es, entre los de su edad, el segundo jugador de la Liga con más minutos tras Albiol (2.580 a 2.240). Las posibles alternativas a estos tres cayeron durante semanas a un segundo o tercer plano. Valverde, ahora muy deseado, también se vio afectado por las lesiones. Odegaard no quiso esperar más e Isco agudizó su descenso.

En la primera etapa de Zinedine Zidane como entrenador, eran utilizados casi todos los futbolistas de la plantilla y los jugadores rotaban de un partido a otro sin ningún inconveniente. Hasta se ha llegado a ver un reemplazo de nueve jugadores entre un partido y otro, algo que actualmente no sucede.

Este segundo período del entrenador francés en el Real Madrid se ha presentado de manera muy distinta, ya que decidió utilizar primordialmente a los futbolistas que consideró titulares. Algo que se vio obligado a cambiar en el último tramo de la temporada, ya que las lesiones y el apretado calendario del Merengue lo obligaron a modificar su estrategia.


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