Por Tomás Valle

Xavi Hernández ha llevado adelante una gran temporada con su Barcelona. Esta es su segunda campaña como entrenador culé y la adaptación del primer año le está surgiendo efecto. Los números de este curso en LaLiga hablan por sí solos, más allá de que tiene la cuota pendiente de triunfar en Champions.
Si hay algo que no le gusta a Xavi es el enfado de sus jugadores por sus decisiones, algo que sucedió el domingo pasado. Raphinha salió enojado contra el Getafe. El brasileño se mostró muy enfadado (de nuevo) tras ser sustituido en el minuto 86 por Pablo Torre. Pese a ser de los futbolistas más destacados del cuadro azulgrana, Xavi decidió sacarlo.
"La última vez que me enfadé dije que intentaría que fuese la última, pero es difícil", argumentó el atacante, haciendo alusión al cabreo que mostró en la ida de los dieciseisavos de la Europa League ante el Manchester United en el Spotify Camp Nou (2-2). Ahora, el brasileño lo volvió a hacer y corre en peligro su titularidad.
Ya hace más de dos meses de ese enfado. En aquel entonces había disputado 31 partidos con la camiseta azulgrana y solo había jugado un choque completo, el del 3 de septiembre de 2022, en la victoria ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. 10 partidos después de la eliminatoria ante el Manchester United, todavía no ha jugado los 90 minutos en un partido.
Raphinha suma 41 partidos con el Barça, y Xavi lo ha sustituido en 40 de ellos. Este domingo, ante el Atlético de Madrid en el Spotify Camp Nou, apunta a ser titular y tendrá una nueva oportunidad de convencer a Xavi para que le deje terminar el encuentro. Sin embargo, es probable que el entrenador lo quiera sacar para ponerlo a prueba también sobre su último enfado.

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