Por Tomás Valle

El Real Madrid visita el Estadio Municipal de Montilivi con el objetivo de derrotar al Girona y acortar la brecha de 11 puntos que le saca el FC Barcelona en la tabla de posiciones de LaLiga. El club merengue viene de acumular dos triunfos por 2-0 cada uno. Para meterle presión a los culés, está obligado a ganar.
Lamentablemente el encuentro no comenzó de la mejor manera para el equipo comandado por Carlo Ancelotti. Ni pasaron 25 minutos de la primera parte y Valentín Castellanos convirtió dos tantos para poner en ventaja al equipo. El equipo administrado en su mayoría por el City Football Group hace dos semanas amargó al Azulgrana sacándole un empate en el Camp Nou.
Antes de que el delantero argentino convirtiera el 2-0 en favor de su equipo rojiblanco, llegó la polémica de la tarde que lo tuvo como protagonista junto a Vinicius Junior. Ya es una costumbre que en todos los encuentros los rivales se agarran por demás con él, aunque el brasileño también responde con lo suyo.
Todo arrancó con una queja del brasileño contra el árbitro Javier Iglesias Villanueva. El futbolista del equipo blanco sufrió una infracción que el colegiado dejó pasar. En un tiro de esquina en favor de los blancos, el delantero local empujó levemente a Vinicius, a lo que el brasileño decidió responderle con otro empujón.
La pelea entre ambos futbolistas se trasladó porque Santiago Bueno, defensor del Girona, le cometió otra infracción y siguieron las quejas. Los fanáticos locales se cansaron y también comenzaro na insultar al brasileño. Vini los miró de manera desafiante cuando anotó el 2-1 y se rió. Minutos más tarde, se señaló el parche de campeón del Mundial de Clubes alardeando lo que ganó.

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