La Liga

Ronaldo Nazario busca convertirse en el mejor empresario deportivo del mundo

Por Tomás Valle

El brasilero tiene decidido ser el mejor en su nuevo rubro y trabaja todos los días para conseguirlo.

El brasilero tiene decidido ser el mejor en su nuevo rubro y trabaja todos los días para conseguirlo.

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Ronaldo Nazario disfrutó y sufrió una carrera deportiva con muchos altibajos como futbolista que lo ubica entre los jugadores más grandes de toda la historia. En el año 1993 fue su impresionante debut en el Cruzeiro, cuando apenas era un chico de 17 años, su primera foto icónica a nivel mundial fue la celebración de la selección brasilera en Los Angeles en el Mundial de 1994, cuando aparecía, sonriente con una camiseta azul.

Luego de una carrera brillante, fue derrotado por sus problemas físicos y un hipotiroidismo que le obligó a decir adiós y empezar a valorar su futuro lejos de los campos de juego. Porque Ronaldo sentenció desde el mismo momento en que se retiró su intención de no seguir una carrera de entrenador y que, de alguna forma, deseaba continuar ligado al mundo del fútbol desde las oficinas.

Tardó más de siete años, en los que se ocupó de estudiar la gestión profesional en clubes deportivos, hasta que en septiembre de 2018 compró el 51 por ciento del Valladolid en España, según los reportes de aquel entonces, por una cantidad cercana a los 35 millones de euros. "La gestión estará definida por cuatro palabras: competitividad, transparencia, revolución y social” dijo el Fenómeno en su presentación.

Pero pocas veces el fútbol ofrece unos resultados tan certeros como se esperaría antes de que el balón salga a rodar. Si como jugador Ronaldo conoció de primera mano el sabor de la decepción cuando no podía imaginarlo como presidente, como dueño, ha descubierto las dificultades de dirigir a un club profesional.

"No había sufrido tanto cuando fui jugador" reveló durante una conferencia en febrero de 2020, descubriendo que su proyecto por hacer grande al Valladolid en primera división, previo a dar un paso más al frente y colocarle a nivel de equipos como Villarreal, Real Sociedad o Sevilla resultaba mucho más complejo de lo que habría esperado.

Ronaldo no solo se encontró con la necesidad de afrontar una importante deuda con Hacienda, sino, también, de convencer que su apuesta por el Valladolid no era un simple juego. Tuvo que lidiar con aquella deuda que consumió prácticamente todo lo ingresado por derechos de televisión y se encontró con unas instalaciones destruidas, obligado a mejorarlas y hasta enfrentarse a políticos de la ciudad amenazando con abandonar el estadio y construir uno nuevo.

En la temporada 2018-19, la primera con él al frente del club, el Valladolid se salvó en la ante última jornada, gracias a una victoria en la última jugada en el campo del Rayo Vallecano, y en el año siguiente volvió a sufrir por mantener la categoría hasta tres fechas del final del torneo.

A falta de pocas jornadas para acabar la Liga, el Valladolid está en la misma situación que los últimos años. Apenas le separan tres puntos de los lugares de descenso y está condenado a pelear hasta el último día por mantener la categoría.

"Mi intención era estar al menos cinco años, pero creo que seguiré algunos más", afirmó en diciembre de 2020, cuando en una comparecencia pública ante los periodistas locales desmintió que estuviera planteándose vender el club. "No voy a vender. No tengo ninguna intención de ello y es falso que haya pedido 80 millones por venderlo" aseguró.

"Este club ha sufrido dificultades durante muchos años y ahora las cosas van bien, vamos mejorando y la gente se da cuenta. Pero a los que estuvieron antes igual les molesta el crecimiento del club, son fantasmas que están por ahí difundiendo 'fake news' y molestando. En el mundo del fútbol no es una novedad para nadie. Nosotros seguiremos trabajando, aunque salgan rumores para dañar el club" dejando en claro su continuidad en la institución.

Ronaldo nunca ha ocultado que su sueño sería trasladar a su faceta empresarial, como propietario, el éxito que alcanzó como futbolista; pero a la vez, es consciente de que esa es una posibilidad muy remota, teniendo en cuenta todo lo que logró en un terreno de juego. Y más en un club como el Valladolid, al que le ha entregado toda su energía, pero sospecha, no puede conducirle a los lugares que desearía.

Si el Valladolid es una etapa de aprendizaje, un primer paso en su carrera como gestor, apoyado por un equipo de colaboradores muy estrecho y de máxima confianza, habrá que verlo en un futuro, que no se sabe próximo o lejano todavía. Hoy la máxima aspiración del Fenómeno es cerrar la temporada con la salvación en la mano y empezar a preparar un proyecto, ya con público en los estadios, en que pueda volver a sonreír y, quien sabe, abandonar las dificultades que se le han multiplicado en estos dos años y medio.

"La pandemia ha sido un golpe muy duro para todos los clubes y lo estamos sufriendo mucho", reveló hace pocos meses, dejando en claro que es uno de los momentos mas difíciles que le tocó vivir dentro del mundo del fútbol y dejando en claro que nunca sufrió tanto dentro de un campo de juego, como lo hace ahora como directivo en esta dura etapa.


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