
Real Madrid y Barcelona tienen unidos sus caminos por varias aristas. Pero dos de los clubes más grandes del continente tienen un futbolista con el que los une una peculiar historia. La del exinternacional argentino Gabriel Milito.
Gaby, como se le conocía de manera coloquial, despuntó muy joven en las categorías inferiores de Club Atlético Independiente. Tanto fue así que con apenas 17 años se produjo su debut con el primer equipo del gigante argentino y con 18 disputó -y ganó- el Sudamericano sub-20 con Argentina. Sin embargo, la rodilla derecha le avisaría en el año 2000 (rotura del ligamento cruzado anterior) de lo que experimentaría a lo largo de su carrera.
El buen hacer en el conjunto argentino llamó la atención de los grandes clubes europeos. En España captó el interés de Real Madrid, Atlético de Madrid y Real Zaragoza. El más rápido de los tres fue el conjunto blanco.
Jorge Valdano, director deportivo en la época de presidente de Florentino Pérez, se adelantó a todos esos equipos y cerró la operación de manera muy ágil. El propio equipo argentino explicó en su web la astucia blanca: "Supo jugar sus cartas. Le pagó los pasajes de los dirigentes de Independiente a España y mantuvo el perfil bajo hasta que este mediodía se cerró la operación".
Gaby Milito aceptó la oferta del Real Madrid por cuatro temporadas y cuando todo se encaminaba a la firma, se torció en el reconocimiento médico. Los médicos del conjunto merengue descartaron su fichaje tras ver el estado de su rodilla derecha apenas dos días después de la oficialización de su fichaje por parte del Real Madrid.
Tras ese fichaje fallido, el Zaragoza volvió a aparecer en escena y reavivó su interés en el defensa. El conjunto maño cerró el traspaso del argentino, que rindió a un excelente nivel durante las cuatro temporadas que estuvo en La Romareda.
Tal fue su rendimiento que, en verano de 2007, el FC Barcelona decidió realizar una fuerte apuesta por Gaby Milito. Ficharon al argentino por 20,5M€ con una cláusula de 90M€ y por cuatro temporadas. Y el resto, ya sería historia conocida. Un central que fue parte de las horas más felices de la historia del Fútbol Club Barcelona.