Por Tomás Valle

Atlético de Madrid atraviesa, probablemente, el peor momento desde que la llegada de Diego Simeone al banquillo. El Colchonero quedó eliminado de toda competencia europea (Champions League y Europa League) al finalizar último en un grupo más que accesible conformado por Porto, Brujas y Bayer Leverkusen.
Esto significó un gran golpe no solo en lo deportivo, sino también en lo económico. Al haber quedado afuera de todo, el Atleti no ingresará un dinero con el que creían que contarían a estas alturas a la hora de planificar la temporada. Según As, esto llevó a la directiva rojiblanca a tener que acomodar las finanzas y hasta seis jugadores fueron puestos en la lista de transferibles.
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Uno de ellos es Rodrigo De Paul. La llegada del argentino generó gran ilusión por lo mostrado en Udinese y la Selección de Argentina, pero ha ido de hoy sigue estando a deuda, no solo por rendimiento dentro del campo, sino por haber asistido a una premiación con su pareja cuando había pedido una licencia especial al club por enfermedad de un familiar. Los otros transferibles son Yannick Carrasco, Thomas Lemar, Mario Hermoso, Samuel Lino (cedido en Valencia) y un delantero a definirse.
En las últimas horas, el centrocampista manifestó su intención de quedarse a luchar: "Me falta mucho por dar acá. La historia en el Atlético empezó hace apenas un año y medio, y en todo ese tiempo hubo momentos muy buenos y otros no tanto, yo lo sé. Pero siempre fui autocrítico. Sé que puedo dar más. Creo que el equipo merece que yo le dé más. Y estoy trabajando para eso, buscando ser mejor, ser protagonista".

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