La suerte de Simeone, el blooper insólito del Valladolid que salvó al Atlético

Por la jornada 32 de la Primera División del fútbol español, el Atlético de Madrid triunfó en el Estadio José Zorrilla, en la casa del Real Valladolid, por 5-2 en un apasionante partido que casi se le escapa de las manos a los dirigidos por Diego Simeone. Increíblemente se definió sobre el final con un gol insólito.

Durante la primera parte, el Atlético llegó a estar 3-0 arriba en el marcador y parecía que el partido iba a terminar ahí, pero no. El equipo violeta no desistió y en el final del primer tiempo puso el primer descuento de penal. A los 74 apareció un golazo de cabeza de Sergio Escudero que se coló en el ángulo del croata Ivo Grbic, luego de un tiro de esquina.

Fue ahí cuando Simeone empezó a preocuparse. Le gritó a sus jugadores para que se despierten y no se relajen más porque el Valladolid ya estaba a un solo gol del empate. De hecho, los locales estuvieron cerca de marcar el empate, pero el Rojiblanco se terminó salvando cuando se estaban por jugar los cinco minutos finales.

Ángel Correa, que ingresó en la segunda parte en lugar de Álvaro Morata, se chocó con Memphis Depay y le robó la pelota para entrar al área del Valladolid. El delantero argentino lanzó un pase rasante hacia atrás. Afortunadamente para el Atlético, esa pelota de Correa se la terminó llevando puesta el defensor Joaquín Fernández y se la metió en su propia puerta.

El gol salvó al Atlético Madrid del papelón

Ese gol le dio el respiro necesario al Atlético que estaba pasando por un mal momento en el partido. El Valladolid atacaba sin miedo y estuvo cerca de empatarlo, pero el gol en contra determinó el 2-4 en favor de los de la capital. Minutos después llegaría el gran golazo del neerlandés Depay para poner el resultado final.