La furia de Sergio Ramos y Lucas Vázquez con Luka Modric

Real Madrid vive un presente soñado, con la confirmación de que Florentino Pérez continuará al mando de la institución por otro mandato mas, debido a que nadie se presentó para competir con él, se encuentra clasificado a las semifinales de la Champions League y logró ubicarse segundo en La Liga a tan solo un punto del Atlético Madrid.

Además, como si todo eso fuera poco, hace pocos días se supo que Luka Modric llegó a un acuerdo con el Merengue para renovar su vínculo por una temporada mas, hasta mediados del 2022. Sin embargo, no todo es color de rosas, la situación del croata habría traído un gran descontento en algunos de sus compañeros.

Se trata de Sergio Ramos y Lucas Vázquez, dos futbolistas en la misma posición que el ganador del Balón de Oro en el año 2018. Ambos se encuentran en tratativas para renovar su vínculo y no logran llegar a un acuerdo con el presidente de la institución, ya que el mismo se encuentra inflexible en sus exigencias.

Particularmente, el problema de Ramos está en la duración del contrato, ya que el marcador central quiere dos años y Florentino le ofrece uno y la posibilidad de estirarlo por otro mas. Mientras que el extremo devenido en lateral pretende un aumento salarial, gracias a sus buenos rendimientos de las últimas jornadas y el mandamás quiere mantenerle lo que cobra actualmente.

Los jugadores habrían mostrado un malestar interno, ya que el croata habría negociado su renovación el solo, cuando supuestamente habían pactado unirse para conseguir una renovación masiva. Algo que no cayó nada bien. También consideran que es una estrategia del presidente para dividirlos y conseguir una renovación a la baja, lo que no aceptarán de ninguna manera.

Se vienen semanas decisivas para el Madrid, en las que tiene la posibilidad de robarle una Liga al Atlético Madrid que estaba prácticamente ganada y de levantar nuevamente la Orejona, como hace algunos años atrás. Sin dudas, las renovaciones quedarán para terminada la misma, ya que no pueden darse el lujo de desviar la mirada del verdadero objetivo. No lo permitirán, ni los jugadores, y tampoco la directiva.