Por Tomás Valle

Por la jornada 28 de LaLiga, el Real Madrid recibía al Villarreal con el objetivo de descansar a nueve puntos del Barcelona y acortar la ventaja que le saca. El equipo blanco llegó con la confianza por las nubes tras haber derrotado por 0-4 en el Camp Nou a su máximo rival, el cual provocó el pase a la final de la Copa del Rey.
Como es habitual en el fútbol español, los árbitros están cada vez más en el ojo de la tormenta por la noticia del caso Negreira que involucra al Barcelona con la compra de jueces. Todavía no hay un fallo ni una decisión tomada en la Fiscalía, pero se están llevando a cabo las investigaciones para determinar si verdaderamente le pagó a Enríquez Negreira para tener influencia arbitral.
Durante la primera parte hubo algunas polémicas que se presentaron entre los futbolistas del Merengue y del Submarino amarillo. El árbitro que se encargó de impartir justicia en el Santiago Bernabéu fue Javier Alberola Rojas, quien fue muy cuestionado con las decisiones que tomó él en conjunto con el VAR.
El equipo amarillo realizó muchas faltas, las cuales no fueron sancionadas con tarjeta para el árbitro. Aunque la discusión se levantó cuando Aurelien Tchouaméni fue perdonado por una entrada dura con los tacos sobre el autor del primer gol del Villarreal, Chukwueze, una acción en la que no vio ni la tarjeta amarilla.
La acción se produjo al filo del descanso cuando el centrocampista francés, en la disputa del balón, se lanzó con los tacos por delante sobre el nigeriano impactando en su pierna. Sus gestos de dolor evidenciaban la gravedad de la acción, pero vale destacar que el francés tenía la pelota en su poder y recogió la pierna para no lesionar al rival y sin ninguna intención, fue producto de la misma jugada que no se pudo evitar.

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