Inversión millonaria, la crisis que afecta al Bernabéu y que preocupa al Madrid

En la última incursión del Real Madrid en la UEFA Champions League, el Santiago Bernabéu no solo fue testigo del enfrentamiento futbolístico entre los blancos y el Unión Berlín; también se renovaron los temores respecto a un problema recurrente en el estadio merengue. Las obras en marcha en el feudo blanco presentan un desafío constante en la gestión del césped, y el club toma medidas para evitar repetir la costosa situación que enfrentaron en temporadas pasadas.

Antes del encuentro contra la Real Sociedad, se evidenció una inquietante presencia de irregularidades en el terreno de juego del Santiago Bernabéu. Este fenómeno, caracterizado por pozos y áreas secas, resucitó una preocupación que había acosado al club en la temporada anterior, resultando en la necesidad de cambiar el césped en cuatro ocasiones. No obstante, el problema no reside tanto en el costo, sino en el tiempo que demanda, especialmente considerando el apretado calendario que aguarda.

Las obras y la consiguiente acumulación de polvo son las principales responsables de la situación crítica del césped. Se han desplegado cañones antipolvo para mitigar esta problemática, siendo una respuesta inmediata a la exposición del terreno a los efectos secundarios de las obras. Los jugadores, cuyo rendimiento se ve directamente afectado, están intranquilos ante esta situación, y el club está tomando medidas drásticas para contrarrestarla.

Un hecho peculiar se presentó previo al inicio de la Liga de Campeones, cuando la cubierta del nuevo Bernabéu fue abierta por primera vez, cumpliendo con una normativa de la UEFA que prohíbe los recintos techados. Sin embargo, el cambio de césped se avizora como la solución inmediata y necesaria. Según fuentes confiables, el Real Madrid tiene previsto llevar a cabo esta renovación durante el próximo parón en octubre.

La quinta vez

Esta medida representa el quinto cambio de césped desde que iniciaron las obras en el Santiago Bernabéu en la primavera del 2020. La inversión para abordar esta problemática ha sido considerable, alcanzando la suma de 1.5 millones de euros. En medio de este proceso en curso, el Real Madrid busca garantizar un terreno de juego óptimo para sus futuros enfrentamientos y preservar su excelencia en el fútbol europeo.