Por Tomás Valle

Xavi Hernández tuvo que vivir el último encuentro del Barcelona-Valencia del Camp Nou desde la grada. El técnico blaugrana cumplía sanción por acumulación de amarillas y no pudo estar en el césped junto a sus jugadores tras ver la tarjeta ante el Almería en la jornada pasada. El entrenador vivió todo el partido desde un palco privado del estadio.
El encuentro de los Culés ante el Valencia fue complicándose por momentos, aunque terminó con victoria (1-0) y los blaugranas pidiendo la hora. El gol de Raphinha en el primer tiempo parecía que iban a ser 90 minutos tranquilos para el Barcelona, pero lo acontecido en la segunda parte puso en peligro los tres puntos del conjunto de Xavi.
Pocos minutos después de que comenzara la segunda parte, con más de media hora por delante, Araújo vio tarjeta roja directa por una falta sobre Hugo Duro, cuando era el último defensa de la zaga blaugrana, para evitar que encarara solo frente a Ter Stegen. Alberola Rojas, no dudó y le mostró la tarjeta roja directa. Sin embargo, la situación anterior a la roja desesperó al entrenador.
Ferran Torres pudo haber sentenciado el encuentro con un penalti a favor en el minuto 53. Antes del lanzamiento, Ansu fue a pedirle la pelota, pero el ex Manchester City le rechazó el pedido. El árbitro señaló la infracción por una mano de un defensor del Valencia y el delantero blaugrana se decidió a tirarlo para, finalmente, fallarlo.
Primero, Xavi celebró que hayan cobrado la pena máxima. Cuando Ferran estaba dispuesto a lanzarlo, el entrenador hizo el gesto sobre cómo debería tirar el penalti el delantero a la portería de Mamardashvili y, finalmente, cuando lo falla, cierra los ojos y se lleva las manos a la cara sin poder dar ninguna explicación.

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