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Era mejor que Casemiro, costó 14 millones, jugó 9 partidos y ahora es suplente en una liga menor

El mediocentro era una de las grandes promesas del Brasil para el mediocampo. Pero su proyección quedó en nada.

Por Tomás Valle

El mediocentro era una de las grandes promesas del Brasil para el mediocampo. Pero su proyección quedó en nada.
El mediocentro era una de las grandes promesas del Brasil para el mediocampo. Pero su proyección quedó en nada.
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Era el año 2019 cuando, cuatro años después de su llegada al Real Madrid, Lucas Silva dejó de ser jugador de la Casa Blanca tras alcanzar un acuerdo para rescindir el contrato que les unía hasta 2020. El internacional brasileño, fichado en el mercado invernal de 2015 por 14 millones de euros, finalizó su etapa en la entidad después de un paso totalmente intrascedente. Atrás había quedado una llegada en la que la joven promesa se proyectaba como uno de los proyectos más importantes del Brasil.

Solo disputó ocho partidos de Liga y uno de Liga de Campeones (434 minutos en total) antes de que las lesiones y sendas cesiones al Marsella y al Cruzeiro cortaran su progresión. Silva, había estado buscando equipo durante todo el verano. Así, con el mercado en España ya cerrado, la única opción que le queda al pivote brasileño es llegar como agente libre a otro club . De ahí el acuerdo con el Madrid.

Lucas Silva debutó con el Real Madrid el día de San Valentín de 2015, disputando veinte minutos ante el Deportivo (jornada 23). A la jornada siguiente ya era titular, aunque poco a poco fue dejando de contar para Carlo Ancelotti hasta quedarse fuera de las convocatorias de forma habitual.

Al año siguiente se marchó cedido al Marsella. Y a su regreso, a punto de cerrarse una nueva cesión al Sporting de Portugal, los médicos le detectaron una anomalía cardíaca que hizo temer por su futuro en el fútbol. Finalmente el susto no fue a más, y Silva acabó cedido en el Cruzeiro desde el Madrid, donde ha permanecido dos años y medio.

Lucas Silva pactó su rescisión de mutuo acuerdo con el Real Madrid en septiembre de 2019 y tras varios meses sin encontrar un destino cierto, firmó con el Gremio, conjunto en el que milita en la actualidad y con el que volvió a vivir la cara más amarga del deporte el año pasado. Ya que la entidad de Porto Alegre descendió la Serie B brasileña solo cuatro años después de que el conjunto tricolor se proclamase campeón de la Copa Libertadores.


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