Por Tomás Valle

En la previa del duelo contra el Valencia por la jornada 23 de LaLiga, ya se sabía que Xavi Hernández no iba a estar presente en el banco de suplentes por haber llegado a las cinco amarillas como entrenador. Debido a las masivas protestas en los últimos cruces, el entrenador está cumpliendo su sanción contra el equipo Che.
En su reemplazo, se encargó del rol como entrenador su hermano y ayudante de campo, Óscar Hernández. Ambos tienen la misma idea futbolística, de hecho Xavi acude a su hermano ante cada idea o duda que pueda surgirle y viceversa, mantienen una gran comunicación entre ambos. Por eso, le encomendó su reemplazo.
El entrenador estuvo preocupado en los últimos duelos de sus jugadores. Contra el Manchester United, el Azulgrana no pudo hacer pie en Old Trafford y dejó una imagen preocupante. Lo mismo sucedió en la casa del Almería, allí fue cuando sintió el bajón el entrenador porque sus dirigidos no tenían respuestas luego del golpe en tierras inglesas.
La novela no terminó ahí. Xavi siguió con dudas con respecto al rendimiento de su equipo en el Santiago Bernabéu. Más allá de que consiguió la victoria, el entrenador no se fue conforme de la Casa Blanca. En rueda de prensa luego del partido por la Copa del Rey manifestó que no es la forma que quiere, pero que se debe valorar el triunfo en un estadio tan difícil.
Desde un box en las zonas más altas del Camp Nou, Xavi observó los primeros minutos de sus jugadores. Su primera reacción fue de duda porque su equipo no encontraba el camino para lastimar al Valencia, algo similar a lo que presentó en los últimos encuentros. Sin embargo, eso se dispersó después con el 1-0 parcial de Raphinha.

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