Aunque gastaron 8 millones, el claro mensaje del entrenador de Valladolid a Gonzalo Plata

Fueron muchos meses de sufrimiento y trabajo, los que tuvo que realizar Ronaldo Nazario para poder pagar finalmente los 8 millones de euros que pretendía el Sporting de Lisboa por el fichaje de Gonzalo Plata, y si bien en su momento se creía que iba a ser un indiscutido dentro la plantilla, el entrenador le envió un fuerte mensaje en el primer partido de pretemporada. 

Para más noticias del Real Valladolid:

Tras pagar 8 millones, cuántos goles espera Ronaldo Nazario de Gonzalo Plata
 

El sábado pasado, el Real Valladolid se enfrentó al Atlético Tordesillas en lo que fue la primera presentación del equipo en los amistosos antes de que comience la temporada, y si bien el cuadro de Primera División ganó por 2 a 0, las miradas se fueron todas con Gonzalo Plata, quien inició el encuentro desde el banquillo. 

Si bien es un amistoso antes de que comience una dura temporada para el Valladolid, la no presencia desde el arranque del delantero ecuatoriano causó una gran importancia, más aun para para los aficionados del cuadro español quienes lo querían volver a ver con la camiseta de su equipo de cara a una campaña muy importante para la institución. 

Si bien causó impresión verlo desde la banca, claramente esto fue un mensaje del entrenador, José Rojo Martín, quien habría querido dejarle en claro tanto a él como a la plantilla del Valladolid que nadie es indispensable e indiscutido en el equipo y que más allá de que el presidente pagó una fortuna por su fichaje, si quiere jugar, debe demostrarlo como cualquier otro. 

Más allá de eso, el equipo que paró el entrenador fue mixto entre suplentes y titulares, y una de las especulaciones que se dieron hacen referencia a que también quería cuidar su integridad pensando en que este era un partido amistoso y no valía la pena arriesgar su físico pensando en que aun viene una temporada muy compleja por delante. 

Para más noticias del Real Valladolid:

Récord absoluto, Gonzalo Plata puede transformarse en la venta más cara de la historia de Valladolid