Barça y Real Madrid ya ultiman sus respectivas preparaciones para disputar la gran final de la Supercopa de España, que dará comienzo a las 20h (hora española) en el Al-Awwal Stadium de Riad, capital de Arabia Saudí. Será la reedición de la final del pasado curso, en la que los azulgranas se impusieron por 3-1 a los blancos y lograron alzar su 13º título.
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Los de Xavi eliminaron con cierto sufrimiento a Osasuna en las semifinales gracias a los tantos de Robert Lewandowski y Lamine Yamal en la segunda mitad. Los de Ancelotti, por su parte, se cargaron con más epicidad a su rival de la capital, el Atlético de Madrid, en un duelo antológico que tuvo que decidirse en la prórroga y que terminó con un llamativo 5-3.
Con todo, esta noche se repartirá el primer título de la temporada y los dos grandes por antonomasia de España aspiran a levantarlo. Llegan al partido con dinámicas diferentes. Mientras el Real Madrid se encuentra en el mejor momento de la temporada, con algunos jugadores en su mejor versión, por Can Barça transcurren tiempos complejos. El juego no termina de convencer y los resultados tampoco acompañan. Una victoria hoy, sin embargo, podría suponer un enorme punto de inflexión, como ya ocurrió la pasada temporada.
La estadística también es bastante favorable al equipo madrileño, que le ha ganado a los catalanes 6 de las 8 finales de Supercopa que han disputado ambos y que, además, desde que se juega en Arabia, la han ganado en todos los años pares (2020 y 2022). Sin embargo, los números son sólo eso, números. Un recuerdo del pasado. De hecho, hoy hay una tendencia que pondrá punto y final, sea quien sea el ganador final.
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Barça y Madrid contra la maldición
La cuestión es que, desde que el campeonato se trasladó al país árabe y se disputa una Final Four en lugar de una eliminatoria a ida y vuelta entre dos equipos, nunca lo ha ganado un equipo que participaba con la condición de campeón de Copa o de LaLiga. Como el Real Madrid es el vigente vencedor de la competición copera y el Barça de la liguera, hoy se romperá, sí o sí, la maldición.
