Por Tomás Valle

Raphinha es uno de los jugadores que más ha sido cuestionado desde su llegada al Barcelona. Se le ha criticado mucho por su rendimiento en el primer semestre en su primera temporada como jugador azulgrana. Ya en este 2023 cambió su nivel para mejor después de la lesión que había sufrido Ousmane Dembélé, la cual lo marginó por mucho tiempo este año.
El brasileño que llegó proveniente del Leeds United a cambio de 50 millones de euros estuvo en carpeta como una posible venta. Muchos lo pedían en la Premier League, especialmente el Arsenal de Mikel Arteta que se lo quería llevar por su desequilibrio a la hora de atacar por la banda derecha y la capacidad para romper líneas.
Se habló mucho en el inicio del mercado de verano. Es que el Blaugrana necesitaba hacer caja para poder liberar espacio en la masa salarial y una gran venta del brasileño podía alivianar muchos gastos en ese momento. Además de los Gunners, el otro interesado era el Manchester City que lo pretendía. Sin embargo, él siempre dijo que quería quedarse y lo demuestra marcando diferencias.
Raphinha, al igual que como lo hizo Abde, cada vez que tocó la pelota el público enloqueció. El brasileño encaró a la defensa rossonera y la superó con creces. Hasta le cometieron un claro penal en una jugada que se metió al área rival, pero el árbitro decidió no cobrarlo. El de Porto Alegre está en un alto nivel y con una velocidad envidiable a la hora de gambetear a los contricantes.

13/05/2025

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