La FIFA quedó nuevamente en el centro de la polémica en las últimas horas luego de que se hayan dado a conocer la cantidad de jugadores que sufrieron lesiones en este último parate internacional de 2023. Debido a la cantidad de minutos jugados, el poco tiempo de descanso, los viajes y las presiones a esta altura del año, los deportistas exigen su físico al máximo y terminan pagando consecuencias altísimas como Vinicius, Camavinga, Zaire-Emery, Ter Stegen, Haaland, Oyarzabal y Gavi. Además, el ente que regula el fútbol a nivel internacional también quedó expuesto después de que se revelara que, en concepto de indemnización por baja prolongada, abona unos 20.5848 euros por día a los clubes dueños de los jugadores.
Se trata de una cifra sumamente baja que en la mayoría de los casos no llega a cubrir ni la mitad de la inversión que tienen que hacer los equipos para abonar sueldos y obligaciones. Sumado a ello, en las últimas horas se reveló que la FIFA estaría por firmar un acuerdo millonario con Arabia Saudí de cara al Mundial 2034, una situación que expone aún más al ente frente al mundo futbolístico. Al parecer, Gianni Infantino tiene todo listo para que el gigante petrolero estatal de Arabia Saudí, Aramco, se convierta en el main sponsor de la cita ecuménica, logrando así el acuerdo más lucrativo jamás firmado por el organismo internacional.
Según revela el Times, la cifra que recibiría FIFA sería de 92 millones anuales por cada uno de los años que pasarán hasta la celebración del torneo, para el que queda una larga década por delante. De hecho, aún quedan por disputarse dos ediciones: la de 2026 (México, Canadá y EE UU) y la de 2030 (España, Marruecos y Portugal). Mientras tanto Infantino y los suyos siguen generando ingresos por publicidad y ya se frotan las manos con este acuerdo.
Arabia Saudí, el único candidato
Si bien el proceso para escoger la sede del Mundial 2034 recién ha comenzado y hay un largo camino por delante, lo cierto es que Arabia Saudí es el único que ha propuesto su candidatura para albergar la cita internacional de aquel año, lo que lo convierte en el potencial organizador. Si bien pueden llegar a interferir equipos asiáticos de por medio, el poderío árabe pisa fuerte y todo parece indicar que no habría vuelta atrás.
