Gerard Piqué lanzó bombas para todos lados y no se salvó nadie

Gerard Piqué aún no pisó un terreno de juego en lo que va del 2021 debido a que no está recuperado de la lesión que sufrió en noviembre pasado en la visita del Barcelona al Atlético Madrid. Allí, sufrió un esguince de grado tres en el ligamento lateral interno y una lesión de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, decidió no operarse y esperan que a finales de este mes vuelva a jugar con la camiseta azulgrana. Mientras tanto, en la semana que regresó a los entrenamientos, se tomó el tiempo para dialogar con Ibai Llanos.

El central de 34 años no se calló nada y opinó sobre los temas más delicados que atraviesa el conjunto catalán, que aguarda por la celebración de las elecciones para definir a su nuevo presidente. En este contexto, el español no dudó en criticar al ex líder de la dirigencia, Josep María Bartomeu.

“Fue una situación muy difícil, no sólo por el COVID que lo ha complicado todo mucho más. Un presidente tiene que intentar gestionar el club que cuando salen problemas tienes que estar ahí para resolverlo y tomar decisiones aunque no gusten a la gente. Cuando te escapas, no apareces y delegas se hacen montañas. Hubo momentos puntuales que se necesitaba un poco más de liderazgo, de dar la cara”, disparó Piqué, que luego agregó: “No era mi rol, pero sí es verdad que más de una vez le dije que fuera al vestuario, a la Ciudad Deportiva, y no apareció”.

En este marco, no dudó en halagar a Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, de quien admitió ser admirador por su manera de manejar al club. Incluso, opinó sobre la tensa negociación que está llevando adelante con Sergio Ramos, quien podría irse del Real Madrid en junio en caso de no llegar a un acuerdo: “Demuestra que el presidente debe ser el líder y el que manda. Te pueden gustar o no las decisiones, pero es una persona que tiene un don de mando. Renovar o no renovar cada uno tendrá su opinión, pero al menos demuestra que tiene una idea y sabe a donde va”.

Con respecto al futuro del Barca, no se expresó ni en contra ni a favor de ninguno de los tres candidatos que podrían asumir sus funciones en marzo, y tampoco fue contundente al hablar sobre Lionel Messi, quien aún no renovó su vínculo y a final de temporada podrá fichar como agente libre en cualquier otra institución, sin dejarle un solo euro a la institución.

También evitó entrar en polémicas con Luis Suárez, quien ahora es el máximo goleador de La Liga de España: “Se encuentra al nivel que está en los últimos años. Desde que se fue del Ajax al Liverpool ha mantenido sus registros goleadores muy altos”.

Piqué también hizo un fuerte análisis sobre lo que le ocurre como jugador en esta etapa de su carrera en la que su mejor nivel ha quedado atrás y la gloria con el Barcelona, que supo ser el mejor equipo del plantea, parece ser irrepetible: “Cuando yo empecé y llegué al Barcelona el primer año gané el sextete y luego con 23 años gané un Mundial. En ese momento lo celebras pero cuando eres joven y ganas tanto te piensas que es la costumbre, un título más, luego seguimos ganando y tienes la sensación de que eres imparable y no valoras los éxitos. En los últimos años, que hemos comido mierda, valoras más lo que es ganar títulos y tener éxito”.

En el final, el central español recordó sus primeros años en el Manchester United, donde coincidió con Cristiano Ronaldo, quien llegaba desde el Sporting de Lisboa con la esperanza de convertirse en una figura: “Siempre hemos tenido buena relación. Llegó joven pero tenía cualidades para ser un gran jugador. Yo venía de las categorías inferiores del Barcelona de los 13 a los 17 y sí veía que podía ser el mejor. Con Cristiano me llevé siempre bien y pasé un buen tiempo con él”.

El defensor Blaugrana se prepara para volver y dijo que su recuperación es más que positiva. El equipo actualmente se ubica segundo del puntero Atlético de Madrid, aunque a 10 puntos de distancia, en semis de la Copa del Rey y en los octavos de final de la UEFA Champions League, instancia en la que enfrentará al PSG de Neymar. Su regreso podría ser clave para el equipo que conduce Ronald Koeman, que aún no ha podido encontrar el nivel esperado.