Es amigo de Mbappé, Messi le dio sus botines y los regaló al otro día

Enfrentar a Lionel Messi dentro de un terreno de juego es un privilegio al que muy pocos futbolistas han tenido acceso. Si ya compartir cancha con el astro argentino parece suficiente, también hay deportistas que tuvieron la enorme fortuna de recibir un presente por parte del rosarino, aunque en ocasiones este tipo de reliquias terminan en las manos equivocadas. Este es el caso de un amigo y colega de Kylian Mbappé en la selección francesa, que recibió los botines del mismísimo Lionel y al día siguiente cometió el error más grande de su vida.

La historia de Marcus Thuram es simplemente increíble. El futbolista del Inter, y rival de Lionel Messi en la final de la Copa del Mundo 2022, confesó la anécdota que lo vincula con el actual jugador del Inter Miami en una entrevista con DAZN: “Con 10 años fui a ver un entrenamiento de mi padre en Barcelona y no tenía botines. Messi era joven y tras el entrenamiento quería ir al campo con los otros niños a jugar. Leo llevaba casi mi mismo calzado: yo 38 y él 40/41. Me dejó los suyos, yo jugué y después me dijo 'llévatelos'. Con 10 años, no me había dado cuenta de lo que acababa de pasar, así que al día siguiente se los regalé a un amigo. Me arrepiento todos los días” dijo.

Sin lugar a dudas, Marcus Thuram cometió un error típico de niño y años más tarde se dio cuenta del enorme tesoro que tuvo entre sus manos. Sin embargo, el atacante Neroazzurro aún no pierde las esperanzas y puede apelar a su amigo, Kylian Mbappé, para que este le consiga algún presente proveniente del argentino. Por lo pronto, habrá que esperar para ver si la historia termina con final feliz para el francés. 

La historia de Marcus Thuram con su padre

Marcus Thuram es el heredero de Lilian, quien formó parte del plantel campeón del mundo en el Mundial 1998. A pesar de tener a un emblema de la selección como padre, el delantero confesó que nunca tomó dimensión de lo que hizo su progenitor: “Cuando jugó la final del Mundial 1998 no tenía ni un año. Entendí quién fue mi padre con 11 o 12 años, pero cuando lo veo no pienso en lo que hizo como futbolista: es mi padre y ya. Comento los partidos con él, es muy exigente, pero mejor así. Cada vez que salgo contento de un partido porque marqué un gol me dice: 'Calma, ven al coche que te explico un par de cosas” comentó.