El PSG derrotó por 1-0 al Stade Brestois y mantiene su liderazgo en la Ligue 1 junto con el Olympique de Marsella. El tanto fue obra de dos de sus estrellas como Messi y Neymar, donde el primero asistió y el otro definió la jugada. Por su parte, Mbappé no tuvo un gran actuación y fue reemplazado.
Sin embargo, el que resaltó sobre el resto fue el portero Gianluigi Donnarumma que atajó un penal decisivo cuando el encuentro iba 1-0. Detrás de su buen nivel de hoy estarían las exigencias de Mbappé en el entrenamiento para darle un golpe letal a un aliado de Neymar como Keylor Navas.
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Más allá de que el conjunto dirigido por Christophe Galtier coseche buenos resultados, la noticia central seguirá siendo sobre los conflictos en el vestuario. La realidad es que la guerra interna entre Mbappé, Neymar y Messi parece no tener un desenlace claro en el corto plazo. Se sabe que el francés al haber traicionado al Madrid, se le concedió un poder casi que absoluto en PSG y el mismo se encarga de aplicarlo con exigencias a sus compañeros.
Ahora, se dio a conocer que le habría exigido a un aliado suyo como Donnaruma que realice un entrenamiento muy específico para mejorar. Esta rutina constaría de atajar pelotas de tenis, con el fin de corregir los malos reflejos del portero italiano debido a su altura. Al parecer con Stade Brestois esto ya habría dado resultado, pero no deja de sorprender como con cada exigencia Mbappé parece romper aún más límites.
